La Noche de Reyes tiene lugar después de la cabalgata de Reyes, durante la noche que va del día 5 al 6 de enero, y son las horas en las que los Reyes de Oriente reparten los regalos por todas las casas.
Esta noche es, sin duda, la más mágica, larga y con más trabajo de todo el año para Sus Majestades y sus pajes: Deben leer todas las cartas que les han llegado en el último momento, o que han recogido en las cabalgatas de la tarde, terminar de preparar todos los regalos y repartir los paquetes por todas las casas. Por eso hay que ir a dormir temprano para dejarlos trabajar más tranquilamente. Además, si ven luz en alguna casa… ¡Pasarán de largo!
De todos modos, la Noche de Reyes todos los niños y niñas están muy emocionados: acaban de ver a los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar en persona en la cabalgata y saben que les quedan pocas horas para recibir sus regalos. Así que la mayoría de nenes van a dormir pronto, deseando que la mañana del Día de Reyes tarde menos en llegar para poder ver qué regalos les han traído Sus Majestades. Pero si su actitud y comportamiento no han sido adecuados, seguramente encuentran carbón, por lo tanto, hay que portarse bien hasta el último momento.
Para que los Reyes sepan que deben parar en una casa, se debe dejar un zapato o zapatilla por cada miembro de la familia en el balcón, el patio o en la ventana. Y, como la noche es muy larga, los Reyes y sus camellos tendrán sed y hambre, por ello se debe dejar un plato con agua para los camellos, y turrones, barquillos y tres copas de cava o vino para Melchor, Gaspar y Baltasar, como agradecimiento y para que repongan fuerzas.