El Día de Reyes se celebra el 6 de enero, después de la cabalgata y de la Noche de Reyes. Es probablemente uno de los días del año que más madrugan los niños y niñas, con la ilusión de ver que regalos les han traído los Reyes Magos.
Cuando los niños y niñas se levantan por la mañana, ven que los camellos se han bebido el agua, y que los Reyes Magos se han comido algunos de los trozos de turrones, barquillos y bebidas que les dejaron la noche anterior. Y, sobre todo, buscan por todos los rincones de la casa si hay paquetes de regalos o si, por el contrario, encuentran carbón porque no se han portado demasiado bien…
El Día de Reyes también es un día de encuentro familiar, se va a visitar a los abuelos, tíos, padrinos… (o se recibe su visita) para recibir los regalos que los Reyes les han traído a su casa.
El Día de Reyes, al ser festivo, se aprovecha para hacer la última comida familiar de las fiestas de Navidad, que permite acabar los turrones, barquillos y los distintos dulces navideños y acabar la comida degustando el Roscón de Reyes.